
Por un lado, el desarrollo de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) depende de la interacción entre el SARS-CoV-2 y el sistema inmune del huésped, y la respuesta inmune está influenciada por la genética, la edad, el sexo, el estado nutricional y el estado físico. https://bit.ly/2XeKwwr
Por otro lado, la población envejece más y se vuelve más sedentaria y obesa. De esta manera, existe un deterioro funcional de la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa llamada INMUNOSENESCENCIA, lo que resulta en una mayor susceptibilidad a enfermedades infecciosas y procesos inflamatorios sistémicos y una respuesta disminuida a los anticuerpos. https://bit.ly/39Ho1W9
La práctica regular de ejercicio físico, ADECUADO EN TIPO Y DOSIS, promueve mayor inmunovigilancia y una mejor competencia inmune reduciendo el riesgo de desarrollar procesos inflamatorios sistémicos y estimulando la inmunidad celular https://bit.ly/3giJbfDhttps://bit.ly/2WB9m8I además de favorecer otros efectos que disminuyen el riesgo de infección como la prevención o la reducción del sobrepeso, el aumento del acondicionamiento físico muscular y cardiopulmonar, la atenuación de los estados sistémicos proinflamatorios y pro trombóticos, la disminución del estrés oxidativo y las mejoras en los metabolismos glucémico, insulínico y lipídico. https://bit.ly/3hLE2x4
Y es que puedo imaginar mil razones por las que realizar ejercicio pero las que importan son las que no puedo imaginar